Superada ya la segunda mitad de 2022, año Internacional del Desarrollo Sostenible de las Montañas y cada vez más cerca de una concienciación medio ambiental de la Sociedad después de la Cumbre del clima de París, este verano aparte de una hola de calor sin precedentes con incendios debastadores y una guerra como base geopolítica y política parece que ha bajado el precio de los combustibles un poco, costando unos euros menos llenar el depósito del vehículo.
El petróleo ha bajado por primera vez en 6 meses de subidas desde la crisis de la guerra.
Todas los expertos están de acuerdo que de continuar esta tendencia es muy probable que se desate una guerra de precios entre países, siendo una circunstancia no tan buena para nuestros bolsillos e introduciendo en la economía ciertas complicaciones.
En el sector energético, según los expertos, en algunas partes del mundo la caída en el valor del crudo puede provocar el desplome del precio del gas una de las energías que compite directamente con las energías renovables, como la solar o la eólica, que saldrían perjudicadas.
Por otra parte las energías verdes diseñadas para el transporte también pueden correr más riesgos. Los biocarburantes podrían aparecer más caros en comparación con el petróleo y además nadie sabe hasta cuándo permanecerán los precios a este nivel tan bajo, si menos de un año, un año o lo que dure esta situación política y social.
Todo queda en manos de la incertidumbre, pero al final lo que está claro es que unos saldrán ganando y otros perdiendo, esa es la única y desgraciada verdad.
Es muy habitual utilizar indistintamente los términos biocombustibles y biocarburantes cuando nos referimos a los combustibles ecológicos, pero no son lo mismo.
Hay un lío tremendo en la sociedad e incluso entre la comunidad técnica y científica entre los biocombustibles, la biomasa, la bioenergía, incluso en textos oficiales hay una mezcolanza bastante importante.
Normalmente hablamos de biocombustibles cuando es un derivado de biomasa pero pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos.
El biogas, de digestión anerobia, es un biocombustible gaseoso y los pellets y las briquetas para calefacción domésticas son biocombustibles sólidos.
Luego hay una serie de biocombustibles líquidos que básicamente basan su aplicación en el sector de transporte y se definen como biocombustibles líquidos para el sector del transporte. Como decir biocombustibles líquidos para el sector del transporte es muy largo básicamente hablamos de biocarburantes.
Siguiendo un poco la terminología de los carburantes petroquímicos pero poniéndoles delante la palabra bio, que quiere decir que vienen de biomasa, hablamos de biocarburantes pero cuando hablamos de biocarburantes hablamos de combustibles líquidos para el sector del transporte.
Ahora mismo, temporalmente, el petróleo está barato. El problema de la contaminación sigue estando ahí. contaminación atmosférica sobre todo en las grandes ciudades, en algunas se alcanzan niveles perjudiciales para la salud mientras no se electrifique el transporte. La situación va a continuar siendo complicada y por ello una de las formas de mitigar este problema es utilizar biocarburantes..
Los biocarburantes están catalogados como una fuente de energía renovable porque la biomasa es renovable. La biomasa la utilizamos y podemos volver a cultivar( con el cultivo correspondiente) o podemos volver a hacer poda de frutales y estamos utilizando residuos agrícolas.
Uno de los proyectos más importantes que se está llevando a cabo es la producción de Etanol.
Básicamente cuando se habla de biocombustibles para transporte hay una gran gama de productos pero básicamente el mercado está formado por dos productos:
Uno es el biodiesel que se obtiene a partir de aceites vegetales y mediante un proceso químico se convierte en un combustible muy parecido al gasóleo pudiéndose utilizar en los motores de diésel sin ningún tipo de problema.
Dos es el bioetanol actualmente se obtiene de materias ricas en azúcar, por ejemplo Brasil tiene un gran producción desde el año 75 de producción de bioetanol combustible de caña de azúcar.
Brasil en el año 75, justo detrás de la primera gran crisis del petróleo, se planteó dedicar parte de la caña de azúcar de producción alimentaria para la producción de combustible y ahora mismo el 60% de todo el combustible de transporte que utilizan es bioetanol.
Como siempre detrás aprovechándose de todo el I+D+I de otros países empezó Estados Unidos que no lo hace de caña si no de maíz. Ya que al no ser un País tropical no puede, lamentablemente, cultivar caña.
En Europa se hace de maíz, trigo y de cebada lo que ocurre es que en los últimos años los biocombustibles obtenidos a partir de cereales o a partir de semillas oleaginosas han tenido mucha controversia porque la ética de utilizar materias primas alimentarias para producir energía, viendo la dificultad de acceder a las materias primas alimentarias en algunas partes del mundo al acceso de alimentos es complicado.
Por eso algunas voces dicen que no es ético que se utilice en materias primas alimentarias para el sector de la energía. Para ellos sería otra forma de colonialismo verde.
Los países ricos o los países que tienen poder adquisitivo están utilizado ya los combustibles fósiles en el desarrollo y ahora quieren utilizar las materias primas alimentarias para alimentar a los coches. Por eso es complicada la transición social al respecto.
Algunos colectivos opinan que la agricultura tradicional para la producción de alimentos puede verse perjudicada por el cultivo de plantas para producir sobre todo etanol.
Sobre este tema hay mucho que discutir ya que el problema de la seguridad alimentaria en el mundo no es que haya escasez de alimentos en unas partes y en otras haya exceso y que haya distribución de alimentos cuando los precios en el mercado bajan mucho y en otras partes del mundo no hay acceso a los alimentos por el problema global. Lo que ocurre es que en algunas partes del mundo no hay ese poder adquisitivo que permite el acceso a los alimentos.
Yo comparto la opinión de que es una buena idea que un porcentaje pequeño de nuestros combustibles de automoción lo pueden cubrir materias primas alimentarias en aquellos sitios que estemos hablando de materias primas excedentarias o de poner cultivos en suelos que hayan quedado fuera de la producción alimentaria por falta de rentabilidad.
Tiene un gran sentido buscar una alternativa a esas tierras abandonadas porque no son rentables para la producción alimentaria y podrían dedicarse a la producción de energía.
Cuando estamos hablando de porcentajes mayores de utilización de biocombustibles yo creo que es prioritario que separemos la producción de energía de la producción de materias primas alimentarias.
Por eso estudiar otras materias primas que no entren dentro de la consumo de la cadena alimentaria es la alternativa a seguir.
La mayoría de los usuarios de vehículos de gasóleo o de gasolina no conocen o no saben mucho las posibilidades de estos combustibles ecológicos.
En España producimos, aplicamos y utilizamos combustibles ecológicos o biocombustibles.
Hay tres directivas Europeas que nos obligan a que un porcentaje de nuestro combustible de transporte sean biocombustibles.
1º - Seguridad de abastecimiento. Una gran parte de los países Europeos no somos productores de petróleo.
2º - Medio ambiente. Tenemos que reducir emisiones de CO2 porque así nos hemos comprometido en nuestros compromisos internacionales y los biocombustibles son una herramienta para reducir las emisiones de CO2 en el transporte que son el responsable del 30% de todas las emisiones de CO2 que tenemos en la Unión Europea. Actuar en ese 30 % es el camino.
3º - Desarrollar una industria muy importante también en base a los biocombustibles.
Europa y España son líderes tecnológicos en tecnologías de producción de bioquímicas, con lo cual los producimos y los consumimos ahora mismo.
En España tenemos instalaciones que están produciendo bioetanol a partir de cereal y están produciendo biodiesel a partir de aceites vegetales y la producción la venden a los vendedores de combustibles de transporte ( Gasolineras ). Ellos lo mezclan y lo que tenemos y nos echan en nuestros vehículos ya contiene una parte de biocombustibles.
Lo malo de todo esto es que en la gasolineras no nos informan de esto y todo es porque la legislación permite que en bajas mezclas, cuando estamos hablando de hasta un 5 % o hasta un 7% de biocombustibles y el resto con combustible fósil no cambia las especificaciones de los combustibles por ello no lo informan o prefieren no hacerlo con el beneplácito de las leyes. Siguen cumpliendo las mismas especificaciones de calidad y entonces por ello no obliga a los distribuidores de productos petrolíferos a marcarlos y
Lo triste es que lo estamos consumiendo pero no lo sabemos porque no es obligatorio el marcarlos
Ahora bien, cuando las mezclas son superiores al 10%, si es obligatorio marcarlos ya que la legislación obliga. Si nos fijamos vemos que hay surtidores de biodiesel que ponen un 10% o un 20 o un 30% ya que no es solo gasóleo sino que viene mezclado con un combustible que lleva 90% de gasóleo y 10% de biodiesel, 80% de gasóleo 20% de biodiésel.
Otro de los grandes avances en la investigación de los biocombustibles en España es la fabricación de etanol y otros productos a partir de la poda del olivar.
Utilizar siempre materias primas que sean lo más baratas posibles y residuales, que sean difíciles de eliminar, puede ser revalorizable mediante la reutilización o reciclaje y así la de biocombustibles.
Son estudios que se realizan junto con la Universidad de Jaén, ya que ellos conocen muy bien el olivar por lo que son un socio necesario.
El producto estrella, a partir de la poda del olivar, es el etanol pero como siempre en investigación cuando se empiezan las investigaciones se abren mundos que en principio no estaban planificadas. Por lo que no solo se obtienen etanol sino que en la poda del olivar se han descubierto que las hojas del mismo contienen muchos antioxidantes.
Una de las ventajas que tiene el aceite de oliva es que es muy saludable porque tiene muchos antioxidantes que hacen que sea muy bueno para para la salud.
Parte de esos antioxidantes no solamente están en la aceituna y en el aceite sino que están también en las hojas de la poda. Por eso cuando se recogen se desarrollan procesos para también poder extraer estos antioxidantes y poder revalorizarlos e introducirlos en el mercado alimentario como Probióticos.
Todos estos conceptos están dentro de lo que se conoce como biorefinerías o instalaciones capazes de obtener diferentes tipos de productos a partir de una materia prima.
Olivo, Maiz, Cebada, Trigo, Caña de azúcar.
Si se acaba el petróleo o ponemos un poco de sentido común para revertir el camino de destrucción que levamos desde tantos años siempre tenemos la alternativa casi obligada de acudir a estos productos saludables que cambiarán el devenir de las industrias químicas.
La biomasa es un petróleo joven y con ello podemos crear no solamente lo explicado sino plástico, fertilizantes...etc..pero siempre renovable y con economía circular.
Por ello creo firmemente que es otro de los caminos a la concienciación de llegar a un equilibrio de vida. Un Ecosistema en el que podamos convivir sin destruir con el mismo confort que el que el petróleo nos ha dado.
Eso si construir de manera sana y saludable y por supuesto renovable.
Ese es el objetivo y si con esto puedo ofrecer mi granito de arena...me doy por satisfecho.
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