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Foto del escritoriván sousa

DESARROLLO SOSTENIBLE. Consumo, construcción, transporte, vida sostenible. Consumo Responsable.

Actualizado: 3 abr 2023






El viernes cinco de junio de 2015, el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki Moon, advirtió que la humanidad sigue consumiendo más recursos naturales de los que el planeta puede proporcionar de modo sostenible y que muchos de los ecosistemas están llegando a un punto de inflexión crítico.

En su mensaje, con motivo del Día mundial del Medio ambiente, afirmó que ya era hora de impulsar el desarrollo sostenible, algo que se puede lograr modificando nuestros hábitos de consumo y apostando por bienes que requieran menos energía, agua y otros recursos para ser producidos con el lema 7.000 millones de sueños un solo planeta.

Consume con moderación. La ONU pidió a la gente ser más consciente del impacto ecológico de su comportamiento y pensar más en las consecuencias que tienen para el medio ambiente todas nuestras acciones.

No solo contaminan las empresas generadoras de productos y servicios.

Nosotros, mediante el consumo que llevamos a diario, también podemos contaminar.


Cada vez son más las voces de expertos que todo esto lo consideran insostenible, es decir, es necesario un consumo que sea responsable.

Lo que estamos viendo, desde todos los puntos de vista o modelos, modelo de producción, modelo de consumo, modelo de construcción. El modelo en el que vivimos las cosas o cómo hacemos las cosas no debemos de hacerlo desde un punto de vista egoista.

Debemos maximizar el bienestar de todas las personas dentro de los límites del planeta , es decir, ese replanteamiento del modelo de vida para poder intentar que todos vivamos cada vez mejor, con mayor calidad de vida pero conscientes de las limitaciones que tiene un planeta como el nuestro. Por lo tanto la manera en que producimos y la manera en que consumimos y la manera en que nos desplazamos, en que vivimos, en que trabajamos todo tiene un poco que repensarse desde ese prisma de la sostenibilidad.


La propuesta de la ONU, como muchas más propuestas realizadas a nivel institucional, no es nueva. Parte de la necesidad de promover modalidades de consumo y producción que reduzcan la presión sobre el medio ambiente.


¿Qué es el Consumo Responsable? El consumo responsable es aquel tipo de consumo que tiene en cuenta las consecuencias, es decir, que no se conforma con consumir según qué tipo de cosas sino que sabe qué determinados consumos van a producir residuos o generan consecuencias en otras partes del planeta, o son excesivos y son derroches.

Un consumo que conlleve, además de satisfacción de una necesidad concreta que es la que tú tienes cuando consumes, también tener en cuenta los efectos que sostiene en otras partes del planeta o en otros momentos. Dicho de otra manera tener en cuenta el resultado de tu consumo en el espacio o en el tiempo, digamos que el concepto de consumo responsable consiste en tener en cuenta los efectos tanto en el espacio como en el tiempo de todo aquello que vamos a estar consumiendo por parte de todos los humanos de este Planeta.

Las Instituciones nos advierten que hagamos un consumo que sea responsable, sobre todo por razones económicas, sociales y medioambientales.


La Agenda de desarrollo post 2015, cuyos objetivos tenían que ver con la producción y consumo responsable, están adquiriendo a día de hoy 2022 un especial protagonismo en la medida en que los productores vean que los consumidores exigen intentando reducir de una manera más limpia, de una manera más responsable, esa espiral cerrada que hay que romper de una vez por todas.

Los consumidores debemos intentar ser cada vez más conscientes. Es una labor propia que tiene que partir de los propios consumidores sobre todo a la hora de exigir que la trazabilidad, es decir el saber de dónde vienen las cosas y cómo están hechas, esté cada vez más clara.



La ONU ha calculado que en 2050, si seguimos las actuales pautas de consumo a lo que habría que añadir el aumento de la población en el planeta, serían necesarios tres planetas como el nuestro para mantener el modo de vida actual.

Eso lo que demuestra es que esto no puede seguir así. O cambiamos el chip y la manera de razonar la vida o no llegamos a ningún lado. Por lo tanto la manera de parar eso es repensar él como vivimos y cómo nos relacionamos con nuestro planeta.

No debemos olvidar que es el Planeta el que nos da cobijo, el que nos da aportes para poder vivir, y somos nosotros los que nos lo quitamos con leyes y con propiedades geopolíticas así como el negocio para cobrar por lo que el planeta nos da sin producción por el medio.

Ecología y Desarrollo entendiendo que para que los seres humanos se puedan desarrollar tiene que haber una calidad ambiental y tenemos que partir de una base que es la biosfera.

Si la biosfera se rompe el ser humano no podrá seguir desarrollándose.

Hacer algo que perjudica o que es contrario al medio ambiente es matarla en el sentido de que dependemos de ello, por lo tanto es absurdo ir en contra.

El consumo responsable no supone necesariamente consumir menos sino consumir de manera más eficiente. Significa primero que hay que ver exactamente qué es lo que necesitamos consumir para satisfacer nuestras necesidades, pero en su justa medida.

No consumir ni gastar más de lo que necesitamos porque de lo contrario estaremos actuando de manera Ineficiente y egoísta.

Consumir más de lo que se necesita es absurdo, no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la lógica eficaz.

Y Segundo, una vez que se que se tiene claro lo que necesitamos consumir luego hay muchas alternativas, nunca hay un único camino para cubrir una necesidad siempre hay muchos caminos.

La función que cobra esa necesidad es primordial para comprenderla y buscar la eficiencia y el equilibrio con disciplina y sin remordimientos.

Hacer este análisis es de obligado cumplimiento y creo que sale de cada uno poner límites de manera útil.

Aquellas alternativas que son más eficientes desde el punto de vista ambiental también lo suelen ser desde el punto de vista económico.

Sin embargo uno de los indicadores para medir el llamado Estado del bienestar suele ser el incremento del consumo, porque responde a un concepto de bienestar que es lo que a día de hoy se está cuestionando.

¿realmente alguien piensa que por consumir más es más feliz? ¿ que el bienestar tiene que ser y ver con vivir bien? El bienestar tiene que ver con la felicidad.


Son muy habituales ahora mismo los indicadores de las mediciones de calidad de vida en el sentido de la felicidad.

Estar a gusto con uno mismo y dedicar un mínimo tiempo a pensar en los demás y en el Planeta es de ser Inteligentes, con la cultura.

Hay un mínimo que siempre necesitamos para vivir pero a partir de ese mínimo hay un factor muy cultural que nos ayuda a definir cuál es ese mínimo. A partir de ese mínimo, un incremento más de un grado de consumo, no da un incremento más de un grado de felicidad.


El bombardeo publicitario al que estamos sometidos con unos medios de comunicación en Internet puede llegar a crearnos necesidades digamos superfluas porque también responde un poco a ese modelo. Cuestionar el modelo de producción y de consumo es muy interesante hacerlo ya que es la manera como por un lado los fabricantes interpretan que tienen que convencer al consumidor, entendiendo que eso es lo que el consumidor quiere, sin embargo hay un margen de mejora muy importante en este aspecto.


Cada vez estamos viendo más coches que se anuncian con el reclamo de ser más eficiente o VERDES. No solo en el sector del automóvil, también alimentos verdes, gasolina verde, construcciones verdes, cosméticos verdes...etc. Puede sonar jocoso y falto de todo respeto al usuario o consumidor, pero si lo pensamos bien que un reclamo publicitario esté diciendo esto quiere decir que se está viendo que los consumidores empezamos a valorar este tipo de cosas y eso es bueno.

Aunque luego estamos nosotros para limitar una publicidad desmesurada, de consumo desmesurado, que a día de hoy no tiene sentido; primero por la situación de crisis por la que estamos atravesando y segundo porque en estos cambios sociales, todas las investigaciones de consumo y todas las investigaciones sociológicas, los están corroborando


Hay otras formas, otras prácticas que pueden cambiar el consumo tradicional por otro más responsable digamos que son nuevas formas de entender el consumo por ejemplo el consumo colaborativo, la economía compartida. Garantizar que tú tengas una movilidad adecuada, tener un coche en tu casa generalmente encerrado en el garaje de alguna forma lo que está haciendo es cuestionar este modelo de desarrollo y empezar a ver que compartiendo cosas, colaborando con cosas probablemente hacemos una acción más eficiente. Gastar menos es más eficiente desde el punto de vista ambiental o energético y por ende acaba siendo también más económico. Es más de sentido común, casi todo el mundo gasta mucho dinero en muchas cosas que luego no utiliza en el día a día pues en eso es en lo que hay que reflexionar para cambiar nuestro modelo de percepción y necesidad.

Y luego aportar muchísimas fórmulas para compartir, desde coches hasta pequeños electrodomésticos.

Gracias a la red y a las nuevas tecnologías de la información que han tenido un papel fundamental se pueden establecer ese tipo de vínculos, quizá siendo un motivo más para que hagamos un consumo responsable.





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