La uralita o amianto es un material que ha sido empleado en la construcción de muchos países durante más de 50 años.
Desgraciadamente en España se utilizó en la década de los años 60 y 70 en un boom inmobiliario sin precedentes.
Es un material muy peligroso que, además, contiene unas buenas propiedades físicas que lo hacen útil para múltiples funciones, entre ellas el Aislamiento.
El mundo del Aislamiento se vio inundado por él. Un mineral cancerígeno que ha cogido muchas formas y una de ellas es la lana de amianto.
¿Qué es la lana de amianto?
La lana de amianto pertenece a la familia del amianto amarillo, el cual es una lana que se empleaba principalmente como aislante, debido a su bajo coste, sus propiedades ignífugas y sus capacidades insonoras, por lo que se ha utilizado como aislamiento en las viviendas en techos, muros y como aislamiento para ciertas tuberías. También tenían cierta protección pasiva contra el fuego, pues conservaban sus propiedades incluso al estar bajo altas temperaturas.
En su proceso de fabricación y manipulación, las fibras de asbestos se dispersaban por el aire haciendo que el lugar de trabajo se convirtiera en un lugar definitiva y urgentemente peligroso para los propios trabajadores de la fábrica.
Muchas enfermedades latentes se fabricaron a la par del producto.
Actualmente, este material llamado erróneamente lana de roca o lana de vidrio, se ha prohibido y en cuanto a la gestión de su retirada entra dentro de los estándares de las placas de fibrocemento.
No podemos confundirlo con la Lana de Roca, el cual es un material que se funde en hornos especiales que se mantienen a una temperatura constante de 1500 grados, y que una vez llegan a la temperatura de fusión, se convierten en líquido y se deshilan en forma de fibras permitiendo transformarse en diferentes tipos como placas o rollos empleado especialmente como material aislante en tuberías, techos y paredes de las viviendas.
¿Es peligroso la lana de amianto?
Sí. De hecho si compruebas las enfermedades que generan el amianto, entre ellas están cáncer de laringe, cáncer de pulmón, asbestosis o fribrosis pulmonar y mesotelioma maligno. Pero para que estas enfermedades se desarrollen, la persona tiene que estar un tiempo mínimo respirando este tipo de fibras durante un tiempo prolongado. Esto ocurre debido a que los pulmones no son capaces de absorver estas fibras y se acaban sedimentando en el organismo, de ahí, su peligro.
¿Cómo sé si tengo lana de amianto en casa?
La lana de amianto se ha utilizado concretamente en dos casos:
Para el aislamiento de tuberías, el cual parece una especie de cartón arrugado y es de color blanquecino o gris, a menudo con una cubierta que sirve para contener el aislamiento de la propia tubería.
Para aislamiento de tejados y paredes. Su apariencia es de carácter grumoso y esponjonso.
¿Qué hacer si encuentro lana de amianto?
Si estás completamente seguro de que tienes lana de amianto lo mejor es comunicarse con una empresa homologada para ello donde los profesionales te aconsejarán profesional para su retirada. No confundir con la lana de roca o lana de vidrio.
¿Hay amianto en la lana de roca o lana de vidrio?
Parece ser que hay una confusión generalizada con este tema, ya que en el año 2001 la IARC (Agencia Internacional de Investigación del Cáncer) actualizó la clasificación de estos productos indicando que «aislantes de lana de vidrio, filamentos continuos de vidrio, lana de roca y lana de escoria, no están clasificados como cancerígenos para el hombre (Grupo 3)» y tampoco lo establece así la Directiva Europea 67/548/CE ni tampoco en el Reglamento CE 790/2009.
Además, se prohibió el amianto en Diciembre del año 2001 tanto su comercialización como su fabricación, por lo que ya NO SE PUEDEN fabricar lana de amianto a día de hoy en España.
¿Para que se utiliza la lana de roca o lana de vidrio a día de hoy?
La lana de vidrio o de roca se emplea actualmente para aislar térmica y acústicamente paredes, techos, suelos, cubiertas y toda la envolvente energética del edificio.
Para ahorrar energía como material aislante ya que es un magnífico aislante térmico, sobre todo para conservar la temperatura, por lo que este tipo de materiales puede llegar a reducir enormemente los costes del aire acondicionado o de la calefacción. Esto se debe a que al contener pequeñas bolsas de aire en su estructura, estas impiden que el aire caliente salga, por lo que logra mantener mejor una temperatura en un espacio cerrado.
2. Para la protección pasiva contra el fuego y el agua, ya que tiene unas capacidades ignífugas que pueden llegar hasta 1000º C, perfecto contra los incendios.
3. Este tipo de materiales tienen unas buenas propiedades acústicas, lo que evita que el ruido del exterior llegue hasta la habitación absorbiendo y bloqueando el sonido. Esto es especialmente útil para viviendas que están cercas de los aeropuertos.
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